Es un instrumento que indica el rumbo a las personas, en la
actualidad se usa por marinos, pilotos, cazadores, excursionistas y viajeros
para orientarse. Pero en realidad, pocas personas se detienen a pensar que fue durante
el Periodo de los Estados Combatientes (450-221 a.C.), cuando el pueblo chino
descubrió las cualidades de la piedra imán, la cual ofrecía la función de
mostrar la dirección norte-sur.
Así, usaban un trocito de caña conteniendo una aguja
magnética que hacían flotar sobre el agua; misma que indicaba el norte
magnético. Sin embargo, se tenía que utilizar sólo sobre aguas tranquilas, pues
de otro modo el instrumento fallaba.
Es por ello que comenzó a usarse sobre grandes vasijas de
agua y más adelante, fue mejorada para reducir su tamaño e incrementar su
practicidad. De esta forma, se cambió la vasija de agua por un eje rotatorio y
se añadió una rosa de los vientos que servía de guía para calcular direcciones.
Existe una leyenda según la cual, en una batalla dirigida
por uno de los Emperadores Chinos en medio de una intensa niebla, usó un carro
con una figura humana que señalaba siempre hacia el sur para guiar a sus
tropas. Esto determinó su victoria
Con el tiempo, y basándose en las propiedades del imán, se
construyó el primer aparato rudimentario capaz de precisar la dirección según
los cuatro puntos cardinales. A este instrumento se le llamó Sinan –que significa
literalmente “si” (dirigir) y “nan (Sur), o “dirigir hacia el sur”. Se trata de
un aparato que se usa para determinar la dirección, que consiste en una cuchara
magnética lisa y un plato de cobre en el que se cincelaron los puntos
cardinales.
Hacia donde apunta el
mango de la cuchara será el Sur, mientras que el cuenco de la cuchara nos dará
siempre el Norte. La cuchara magnética está hecha de piedra imán. Tiempo
después, los chinos perfeccionaron todavía más el Sinan e inventaron la brújula
o compas magnético.
También se sabe que los chinos traficaron por mar con los
países del golfo Pérsico y el mar Rojo en el S. IX, aunque no consta que usaran
para ello la brújula.
Si sabemos, que durante la dinastía Song del Norte (960
-1127), la brújula se usó sobre todo para la navegación náutica, ejerciendo una
gran influencia en esta disciplina. Bien sea durante las largas navegaciones
del eunuco Zhen He (1371 – 1433) hacia los mares del Oeste o en misiones
alrededor del globo terráqueo llevadas a cabo por navegantes europeos, la
brújula ha contribuido enormemente en sus trayectos por mares y océanos.
La más antigua referencia al magnetismo, que no a la brújula
en sí misma, en la literatura china se encuentra en una obra del S. IV llamado
el “Libro del señor del valle de los demonios”, cuando se afirma que “la
magnetita es capaz de atraer el hierro” y describe su uso espacial en la
búsqueda de senderos a través de las montañas.
La primera mención de la atracción magnética de una aguja se
encuentra en un libro escrito entre los años 20 y 100 en el que se afirma
que “una magnetita con forma de cuchara
apuntaba hacia el sur”; y la primera vez que se hace alusión al uso en la
navegación es el libro “Charlas de mesa de Ping Zhou” escrito por Zhu Yu y que
data de 1.117.
Fue Marco Polo, quien posiblemente introdujo la brújula
china en Europa, aunque no está del todo claro.